Capitalismo Financiero y Monopólico
Entre 1870 y 1914, el mundo entró en una nueva etapa de desarrollo con la Segunda Revolución Industrial, con un notable crecimiento de la industria y una tendencia a la concentración de empresas y capitales.
Las nuevas industrias para que fueran competitivas necesitaban importantes inversiones de dinero para gastarlo en edificios, máquinas, sueldos. Pero estas inversiones ya no podían ser realizadas por un único capitalista o por fortunas familiares. Se necesitaba más capital, y la solución fueron las sociedades de acciones o sociedades anónimas, en la que miles de ahorristas compraban acciones de una empresa, de esa forma se convertían en copropietario de la misma, y obtenían anualmente ganancias o pérdidas proporcionales al número de acciones que tenían y a la situación económica de la empresa. La expansión de los accionistas fue notable.
La libre competencia llevó a la multiplicación de empresas, que debido a la competencia, obstaculizaba obtener mayores ganancias, así surgen los monopolios, cuya expresión más clara fueron los trust y los cárteles.
La libre competencia llevó a la multiplicación de empresas, que debido a la competencia, obstaculizaba obtener mayores ganancias, así surgen los monopolios, cuya expresión más clara fueron los trust y los cárteles.
Monopolio: cuando una empresa es la única que ofrece un determinado producto el cual carece de sustitutivos y que además tiene un gran número de demandantes. Por lo tanto no tiene competencia.

Los Trust son una concentración de empresas, una fusión, que pueden pertenecer o no al mismo sector económico y que dominan un determinado sector de la producción para evitar la competencia.
Puede ser una concentración horizontal, en la que se integran empresas que se ocupan de una misma etapa de producción, o de una concentración vertical, empresas que dominan desde la extracción de materias primas hasta la venta de un artículo terminado.
En ambos casos las empresas pasan a tener una dirección común.

Los Cárteles son uniones contractuales de empresas de igual rama de negocios, las que mantienen su independencia legal. El objetivo es la eliminación o restricción de la competencia acordando los precios, repartiéndose el mercado, entre otros.
Pronto los bancos, a través de créditos, también inyectaron capitales en el circuito comercial. Pero no se conformaban sólo con prestar dinero a accionistas o dueños de empresas, ya que si existía un buen negocio, éste pretendía intervenir en él. De esta forma el capital bancario se convirtió en socio de industrias o empresas. Las principales inversiones bancarias fueron en los transportes, (ferrocarriles), en las comunicaciones (radio, periódicos), servicios públicos (tranvías, electricidad, gas, agua), seguros, y en algunos casos, en la producción directa de bienes, en especial los mineros.
Cuanto más dinero podían controlar los banqueros mayor era su poder. Este fue el origen del capitalismo financiero.El capitalismo financiero, en especial europeo, desde la segunda mitad del siglo XIX se convirtió en prestamista de países, especialmente en América Latina. Estos países se endeudaban en el extranjero para invertir en ferrocarriles u otros servicios públicos necesarios para su propio desarrollo económico, que consistía en exportar materias primas e importar bienes manufacturados.
Primero la ventaja la tuvieron los bancos ingleses, luego se sumarán los franceses, alemanes y después de la Primera Guerra Mundial, serán los bancos de Estados Unidos quienes lleven la ventaja.
Las empresas capitalistas tuvieron tanto poder en los países donde se instalaron que se transformaron en "verdaderos estados dentro del Estado", y en muchas ocasiones imponían condiciones a los gobiernos de dichos países.
También se puede mencionar que el capital circulante en el mundo se vio incentivado por la abundancia de metales preciosos, en particular oro, ya que se habían producido nuevos hallazgos en California, Alaska y África del Sur. Esta "fiebre del oro" aumentó la circulación monetaria y desarrolló los instrumentos financieros, tales como los créditos, sociedades anónimas y seguros.
El capital bancario se invirtió en cualquier actividad que diera ganancias, trasformando las finanzas en el eje de la economía contemporánea.